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Certamen Tipos 2019, cuatro años de éxito

El certamen de diseño gráfico «Tipos» cumple cuatro años con plena salud; sigue impregnándolo todo en Santander y, una vez más, tiene el poder de reunir en el privilegiado marco del Centro Botín, a algunos de los grandes del diseño nacional e internacional: desde Jonathan Barnbrook, a Javier Mariscal, pasando por Susana Blasco, Laura Meseguer, Enric Jardí o Nacho Padilla.

El proyecto, que tiene su sede en la capital cántabra, es un ejemplo de colaboración entre entidades públicas y privadas. Fue premiado en ‘Cultura Emprende 2016’ de la Fundación Santander Creativa, que lo ha integrado de forma definitiva en su programación. Cuenta, además, con el apoyo del Gobierno de Cantabria a través de la Dirección General de Cultura y, desde este año, de la Dirección General de Igualdad y Mujer. Al elenco de colaboradores se sumó el año pasado el Centro Botín y hasta  la Autoridad Portuaria colabora mediante el montaje expositivo de la muestra que acoge el Palacete del Embarcadero.

El espléndido edificio diseñado por Renzo Piano en el Paseo de Pereda, es el marco privilegiado que ha contribuido a hacer de esta cita un punto de encuentro para diseñadores de toda España, además de una amplia representación de estudiantes, que participan activamente en las actividades que se organizan entre octubre y diciembre, este año bajo el lema “Diseño y sociedad”. Tras las presentaciones oportunas, el diseñador Enric Jardí abre la que será una espléndida jornada, una nueva edición de “Charlas Tipos 2019”.

Enric Jardí, especialista en diseño editorial, dirección de arte, identidad corporativa e ilustración, trabaja para organizaciones nacionales e internacionales, desde la Generalidad de Cataluña a The New York Times. Acumula premios y es un gran comunicador, que nos mantiene atentos al despliegue de su compleja red de conceptos en torno a la imagen, proyecto en el que lleva años trabajando, y cuya conclusión parece más cercana. Jardí nos lleva de la ortogonalidad en Tron, la película de Steven Lisberger (1982) a las míticas portadas del grupo Hipgnosis. Habla del concepto de la luz que viene de la antigua Persia, y desmonta algunos dogmas de fe como la existencia del número áureo o la responsabilidad de la geometría en la belleza de las cosas. Habla de la columna Trajana y el espacio isomorfo. De perspectiva y de tecnología, y de tecnología antes de la tecnología… y nos mete de lleno en el Centro Pompidou, obra temprana (1970) de Renzo Piano y Richard Rogers, y en el Atomium de Bruselas. Hablamos de iconos, de símbolos, de emojis, de pictogramas. Con todos eso conceptos Jardí lleva años tejiendo una enorme red con más de 200 hitos de categorías diferentes, alta y baja cultura, ¡todo sirve! Estaremos atentos, el resultado es una aproximación al concepto de imagen completamente nuevo.

Laura Messeguer es diseñadora y docente especialista en diseño editorial, pero sobre todo es tipógrafa: hija y nieta de impresores, de niña jugaba con tipos móviles de imprenta… ahora los diseña. Afirma que “la tipografía es la esencia de todo diseño”. Con ella recorremos el alma tipográfica de las ciudades: es coleccionista de tipos urbanos y apuesta por la tipografía como base sobre la que se desarrollar la marca de ciudad, porque la tipografía la representa en su multiplicidad, aunque a veces sobreactúe, como en el caso de la tipografía vasca  con su mensaje identitario llevado al límite. Meseguer ha diseñado trabajos tipográficos exquisitos, urgentes, conmemorativos, para ciudades como Barcelona, donde lleva 14 años impartiendo clase.

Si la docencia es uno de los pilares de su trabajo, otro es la interculturalidad, ámbito en el que el diseño también está en estrecho contacto con la sociedad. En este marco, Laura es convocada a integrar un equipo multicultural, para crear una nueva tipografía, “Qandus”, “parte del proyecto Typographic Matchmaking in the Maghrib, iniciado por la Khatt Foundation, consistente en un sistema tipográfico de multiescritura que explora la relación conceptual entre 3 sistemas de escritura diferentes: el árabe —diseñado por Kristyan Sarkis—, el latino—diseñado por Meseguer–y el tifinagh—diseñado por Juan Luis Blanco. El objetivo es dotar de herramientas a los diseñadores de la región, el Magreb, donde los tres conviven y coexisten.

Baja la luz, suena la música, aparece Javier Mariscal, cuya vida es una auténtica historia de amor con el dibujo. Su charla es un disfrute estético, musical y poético… de Valencia a Barcelona, y a Nueva York, y a California, y a Japón, París, Portugal y La Habana. Todo lo toca, todo lo transforma a través del crisol de su creatividad, y nada parece resistirse a la mariscalización: diseño gráfico, diseño de paisajes, de producto, de interiores… la pintura, la escultura, la animación… sin traicionar su identidad de dibujante. En estos días se presentará en La Habana su último trabajo, 500 años de La Habana, editado por Acción Cultural Española, con prólogo de Eusebio Leal y textos de Mauricio Vicent, que propone un recorrido visual por cinco siglos de historia de La Habana… ¡El disfrute está garantizado!.

La siguiente intervención corre a cargo de Nacho Padilla, publicista, redactor, director creativo de la agencia Viernes y de 2016 a 2019, del Ayuntamiento de Madrid, donde consiguió crear un fructífero diálogo entre ayuntamiento y ciudadanos, desde la creatividad y el diseño; sin duda un ejemplo a seguir en lo que a empatía entre instituciones y diseño. Madrid ha sido durante estos años, una de las ciudades con mejor diseño de nuestro país, y como afirma Padilla, bastó con considerar el diseño una inversión y no un gasto, y estar dispuesto a crear un relato de ciudad.

Conocemos en directo algunas de las campañas más emblemáticas de este fructífero período y algunas de las claves de cómo se gestó una también fructífera relación con las instituciones municipales, responsables directas de la calidad estética de sus ciudades, como factor de bienestar de sus ciudadanos.

Da el relevo a Padilla la diseñadora, ilustradora y sobre todo collagista, Susana Blasco (@descalza en su hermosa galería de Instagram). Su trabajo, artístico y gráfico, “destila una fuerte carga simbólica, donde el eje central es el concepto”. Susana experimenta, mezcla, agita y “se recrea en el juego, el humor y las dobles lecturas”. Su trabajo, internacionalmente reconocido, ha recibido el Premio Gràffica 2017 por sus aportaciones a la técnica del collage. Su exposición es un baño de belleza a través de sus collages, y del making of de este singular trabajo de creación: desde la recolección en viejos mercadillos a la creación de un lenguaje propio basado en el collage, a través del cual desarrolla un proyecto de diseño gráfico total. Blasco ha llevado el collage a la gráfica saltando límites y es firme partidaria de ilustrar usando la geometría, o el deterioro controlado capaz de generar dinamismo, o el humor. Cierra su intervención invitando a la parte femenina del auditorio a unirse, tejer redes profesionales, como Ladies, wines, desing, LW&D en el que ya hay 250 ciudades implicadas. Reivindica el empoderamiento femenino en el sector y visibilizar el trabajo de las mujeres, poner en valor el talento femenino.

La última intervención está protagonizada por Jonathan Barnbrook, primera figura del diseño británico, que empieza pidiendo al auditorio disculpas por el Brexit. Trabaja con instituciones culturales, grupos activistas, organizaciones benéficas, y para si mismo en sugerentes proyectos multidisciplinares. Ha trabajado con David Bowie y Damien Hirst y es uno de los pioneros del “diseño gráfico con conciencia social”. Barnbrook releva el making of del emblemático Blackstar de Bowie, diserta sobre el diseño de  nuevas tipografías que dan forma a nuevas voces y son capaces de mostrar el espíritu del mundo, permiten expresarse mejor. La Prozac creada en 1997 enfrenta la contradicción entre las formas y el lenguaje. La Mason, que fue Manson, era un tipo con fuerza, con cierta violencia, pero se ha reproducido demasiado, a veces “terriblemente”.

El trabajo de Barnbrook es una referencia clásica, a pesar de su constante quiebra de los parámetros convencionales: logos emblemáticos, “objetos desobedientes”, tipografías, libros, exposiciones, sitios web, música… y un largo etcétera. Termina su intervención con una referencia a su último trabajo, ‘Fragile Self’, un proyecto musical personal que verá la luz en estos días, “un dúo electrónico que crea composiciones electrónicas elegantes y oscuras dentro de una estructura pop”: Anil Aykan, pareja de Jonathan, crea melodías, ritmos y voces intensas y Jonathan Barnbrook da forma al ruido y lo convierte en canción. Su grupo, Barnbrook, ya es conocido por sus colaboraciones artísticas ganadoras de premios Grammy con David Bowie… La creatividad está garantizada.

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